Estos últimos días escucho por los medios de comunicación y por las redes sociales que la experiencia es un valor, que no se debe supeditar todo a la juventud, que aquellos que peinamos canas somos aprovechables todavía, que ni la experiencia sola ni la juventud sola…
No puedo estar más de acuerdo. Yo abogo por la juventud, por el aire fresco, por las nuevas ideas, por la pasión de la inexperiencia, por el vértigo del inconsciente, por la utopía, por la locura…
Pero con los años me he dado cuenta que todo lo anterior se queda a medias, cojo, sin terminar si no añadimos las canas, la experiencia, el juicio, lo vivido, la templanza, la madurez, lo caminado, la sabiduría…